Guía del verano: alimentación energética, órganos y emociones según la MTC

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El verano es la época de mayor energía ascendente o Yang. Según la Medicina Tradicional China, se correponde con el elemento Fuego, los órganos del Corazón y el Intestino Delgado y la emoción de la alegría. La alimentación energética del verano tiende a alimentos frescos y de color rojo.

En verano se celebran muchos rituales en todo el mundo destinados a homenajear al Sol y despedir lo viejo para dar paso a lo nuevo. Se encienden hogueras en las playas para después saltarlas, se queman cartas de duelos y despedidas, se piden deseos, se crean altares en la naturaleza o se hacen grandes celebraciones.

En la naturaleza el verano es tiempo de maduración y de vida. Es tiempo de disfrute y de actividades que carguen nuestras pilas, de salir fuera, reír, disfrutar de la compañía de los otros… Y al mismo tiempo es una época de descanso de la rutina, soltar los hábitos construidos a lo largo del año y dejarnos llevar. Si además nos encontramos en los días de mayor calor, nos invadirán la lasitud y la pereza y cuando queramos trabajar nos sentiremos abotargados y con la mente dispersa.

En el artículo de hoy vamos a explorar la energía del verano y el elemento Fuego, los órganos y emociones a los que corresponde, la alimentación energética para esta estación y un ejercicio de nutrición emocional especialmente pensado para esta época.

verano según la medicina tradicional china

El verano según la Medicina Tradicional China

El verano en la Medicina Tradicional China se corresponde con el elemento Fuego. El Fuego representa el momento de máximo esplendor, luz y calor. Todo en el universo tiene tendencia a completarse, a desarrollarse y madurar.

La energía del elemento Fuego (simbolizada por el sol que nos da vida, energía y calor) representa la alegría, el gozo, el entusiasmo, el deseo, la apertura de corazón, el amor, la “claridad mental” (Shen), la fuerza y la energía que son necesarias para que toda acción se desarrolle y llegue a su plenitud.

En la primavera, la naturaleza se despierta de su letargo y da sus primeros frutos, nos activamos y emprendemos acciones, variamos rutinas, mientras que en el verano los frutos ya están maduros, es época de cosechar, descansar y disfrutar.

Es tan importante el tiempo de disfrute como el tiempo de acción, pues el uno hace posible el otro y le proporciona el contraste necesario para disfrutarlo. Si dedicamos el verano al trabajo excesivo, imponiéndonos el mismo ritmo que en otras estaciones, veremos que de hecho en muchos casos nos resulta imposible: nos falta la energía para las actividades más reflexivas y prolongadas. Es por eso que la mayoría de las personas eligen el verano para sus vacaciones.

Para armonizar con la energía del verano, es recomendable adaptar nuestra dieta y estilo de vida. A nivel dieta, lo mejor es optar por alimentos de temporada, frescos y ligeros, que nos ayudarán a mantenernos hidratadas y a equilibrar el calor interno, como ensaladas, batidos y tés de hierbas refrescantes (menta, hierbabuena, albahaca…). También nos ayudará practicar ejercicios suaves como taichi, chikung o yoga para mantener el flujo de energía (Qi) equilibrado y fortalecer el corazón. Pasar tiempo al aire libre, disfrutar de la naturaleza y de nuestras amistades también son hábitos que nos ayudarán a estar alineadas con la energía del verano.

emoción del verano y órganos (corazón) según la medicina tradicional china

Emoción y órganos del verano según la MTC

La emoción propia del verano según la MTC es la alegría, la apertura, el amor; sin embargo, tanto el exceso de alegría (sobreexcitación, nerviosismo, ansiedad) como su ausencia (tristeza, miedo y depresión) debilitan la energía del corazón.

Es crucial cultivar la alegría con serenidad. Cuando el placer se convierte en el principal objetivo de vida de una persona, esta se vuelve incapaz de mantener su reserva de energía. Busca la gratificación en cada momento y llega a agotarse, impulsada a una búsqueda permanente de más estímulos. Le desagrada estar sola, sin compañía se siente sin vida. Tiende a la ansiedad, al insomnio y a sentirse desesperada. Su facilidad para excitarse se manifiesta como risa nerviosa, locuacidad, atolondramiento, charlatanería. Este tipo de persona disipa su energía viviendo a mil. Cuando no está eufórica, está decaída. Si no está embargada por la excitación, se siente vacía y desesperanzada, yendo de un extremo al otro. Su alto nivel de actividad le provoca un metabolismo acelerado que puede tomar la forma de hipoglucemia, anorexia o esquizofrenia.

Si el desequilibrio de la energía del Fuego es por defecto, nos encontramos con apatía, desinterés, falta de motivación o incluso depresión.

El Corazón e Intestino Delgado están relacionados con el elemento Fuego y el verano. El Corazón es considerado el rey, pues controla todos los órganos, alberga el espíritu (Shen) y controla las emociones. El corazón aporta la fuerza motriz necesaria para hacer circular la sangre por los vasos sanguíneos. Si la energía del Corazón es fuerte, la circulación sanguínea también lo será, los órganos estarán bien nutridos y habrá salud y vitalidad. Si la energía del Corazón es insuficiente, la circulación será lenta y habrá astenia, cansancio, falta de vitalidad, etc. Cuando se producen desequilibrios de este canal también podemos notarlo en la tensión (baja, alta, descompensada, etc.) o en el tránsito intestinal.

La alegría nutre el Corazón, pero la alegría excesiva (sobreexcitación) es síntoma de un desequilibrio en este sistema. El Corazón tiene que ver con el acto mismo de estar vivo: desde el corazón físico que late en nuestro pecho y facilita el flujo de sangre a través de nuestras venas, hasta nuestra capacidad mental para permanecer presentes y enfocados, y nuestro ser emocional completo.

La abundancia de frutas y verduras disponibles en esta época del año, de brillantes colores, es lo que más nutre el Corazón, especialmente las de color rojo, como las bayas (fresas, cerezas, frambuesas…), los tomates, las sandías… Todos estos alimentos son poderosos antioxidantes. Además, el Corazón está ligado a la apreciación estética y a la belleza, por lo que también se nutre de platos a los que se ha prestado atención en presentar de manera ingeniosa, con belleza y gracia.

El papel del Intestino Delgado a nivel mental es separar los pensamientos claros de los turbios. Mientras que el Corazón alberga la mente y está a cargo de nuestra salud mental, el juicio claro depende de la capacidad del Intestino Delgado para separar lo puro de lo impuro.

El meridiano del Corazón expresa el movimiento hacia arriba, mientras que el del Intestino Delgado expresa el movimiento hacia abajo. Cuando experimentamos estrés (asociado con el meridiano del Corazón), la mayoría de nosotros padecemos un trastorno gastrointestinal, dolor en el abdomen, vómitos, náuseas o incluso falta de apetito. Puedes leer más sobre esto en mi artículo Trastornos digestivos, estrés y ansiedad: cómo nos ayuda la mirada holística.

alimentación energética en verano MTC

Alimentación energética para el verano

El Fuego se equilibra con los alimentos que se desarrollan en verano, de carácter expansivo y refrescante, para tonificar y reponer los líquidos. En general, se recomiendan las frutas más llenas de agua, las verduras un poco amargas y las cocciones muy ligeras.

En el verano los alimentos ideales son:

  • Legumbres, en menor cantidad y cocción más ligera: soja verde, garbanzos (en forma de hummus), judía verde, lentejas…
  • Verduras, sobre todo las que sean un poco amargas: kale, rábano daikon, brócoli, apio, arúgula, escarola, achicoria, endivia, berros, diente de león, lechuga, pepino, calabacín…
  • Cereales integrales: maíz, trigo, centeno.
  • Frutas, preferentemente rojas: cerezas, grosellas, frambuesas, fresas, sandía, tomate, pimiento, melocotón, albaricoque, higos, melón.
  • Algas (especialmente las bajas en yodo, como el alga wakame).
  • Cocciones muy ligeras (escaldados, salteados) o crudos.
  • Evitar todos los alimentos de energía caliente a excepción de los picantes calientes, que abren los poros y por la vía del sudor refrescan la superficie del cuerpo (es típico de países cálidos tomar muchas especias calientes).

La energía del Fuego se estimula con el color rojo. Se ha demostrado que los alimentos de color rojo ayudan al corazón bioquímicamente; alimentos como las moras, las fresas, las cerezas, las frambuesas, los tomates, la sandía, los pimientos y las bayas de goji mantienen nuestro corazón activo con licopeno y antocianina, antioxidantes y vitaminas beneficiosas.

El sabor amargo. Es el sabor de las verduras amargas y/o de hoja verde, de la piel de los cítricos, del agua tónica y de los alimentos tostados en exceso. El amargo es un sabor tonificante que neutraliza las ansias de dulce, agrio y picante. Lo amargo estimula el paladar, pero no lo satisface, y pone en marcha las digestiones cuando son demasiado lentas. Tonifica los tejidos, ayuda a eliminar los tóxicos, y es refrescante en caso de fiebre, escozor, acaloramiento e inflamación. En exceso, el amargo puede llevar a la inapetencia, pérdida de peso, dolores de cabeza, inestabilidad, piel seca, sensación de debilidad y sentimientos amargos como insatisfacción y frustración.

Para mejorar la asimilación y equilibrar el metabolismo puede ser muy recomendable realizar una dieta rica en fibra, alimentos integrales y prebióticos (cebolla, plátano verde, ajo, arroz integral cocido y dejado enfriar, legumbres, patata y boniato, chocolate negro, manzana, miel, puerro, alcachofa, espárragos, guisantes). También resultan beneficiosos los alimentos probióticos, como las levaduras de masa madre y cerveza, lactobacilos, miel cruda y té kombucha, diversos tipos de fermentados, miso… Para saber más sobre esta dieta visita mi artículo Probióticos y prebióticos.

En verano es especialmente aconsejable eliminar o reducir todo lo posible los alimentos muy concentrados y grasos, como la carne, la leche, quesos curados, embutidos, frutos secos y fritos. Estos alimentos requieren un gran esfuerzo por parte de nuestro sistema digestivo, lo que en época de calor puede resultar en una pesadez aún mayor.

Las grasas, especialmente las saturadas, provocan que las arterias pierdan parte de su elasticidad y hacen que el corazón tenga que trabajar más para llevar la sangre a todo el cuerpo. Es por este motivo que los accidentes cardiovasculares son un fenómeno mayoritariamente postprandial; es decir, posterior a las comidas, entre dos y cuatro horas después de haber ingerido el alimento.

Si a las digestiones lentas y pesadas les sumamos los golpes de calor, entenderemos por qué es tan importante evitar este tipo de alimentos en verano. Aunque la época vacacional suele ser tiempo de ciertos excesos, tenemos que tener en cuenta todos los factores que pueden contribuir positiva y negativamente a nuestra salud para así aportarle a nuestro cuerpo lo que necesita a todos los niveles.

Si quieres descubrir más sobre los alimentos del verano, ve a mi artículo Alimentos medicina del verano; también puedes consultar las Plantas medicinales esenciales para el verano.

hábitos saludables para el verano según la MTC

Hábitos saludables para el verano

El verano es una estación de energía rápida y expansiva, un momento de plenitud que podemos aprovechar para incluir los elementos de la naturaleza como el sol, el agua y la tierra, en la playa, la montaña o incluso también en la ciudad, y con ellos sentirnos más plenos y cargados de vida.

En cualquier época del año y estación lo mejor es que te anticipes y empieces a adaptarte a la variación del tiempo y a los ritmos naturales de la tierra. Lo primero que tenemos que hacer es observarnos. ¿Sentimos ese impulso vital del verano o por el contrario estamos alicaídas y faltas de energía?

En verano a nuestro cuerpo le toca adecuarse a las altas temperaturas y a un cambio de actividad, o incluso de ritmo, y por eso es muy importante alimentarse bien y nutrirse emocionalmente de forma adecuada. Si nos cuidamos de forma correcta (para nosotras), la energía del verano nos ayudará a depurarnos, tanto física como emocionalmente, y aumentar nuestra alegría, pasión y ganas de vivir.

Es importante que nuestra alimentación sea de temporada, con los alimentos propios de la estación, como las cerezas, los tomates, pimientos, higos, albaricoques… y que tengamos el cuerpo lo suficientemente hidratado, ello nos ayudará a gestionar mejor nuestras emociones, que en verano suelen ser más explosivas e incontrolables.

Los siguientes consejos están especialmente pensados para esta maravillosa energía. Prueba y experimenta por ti misma con ellos:

  • Come alimentos que contengan mucha agua, como sandía, pepino, melón… y bebe bastante agua e infusiones, preferiblemente tibias: aunque te apetezcan bebidas frías o con hielo, es mejor que las tomes del tiempo o tibias para que tu organismo no se resienta y no te dé un corte de digestión. Puedes hacerte aguas con sabor añadiendo a las jarras rodajas de limón y hierbabuena o de naranja con menta. También puedes añadir pepino.
  • Duerme tantas horas como te apetezca y según el ritmo de vida que lleves. Te aconsejo que duermas por la noche y vivas por el día, pues esto te ayudará a estar enérgica y no desgastarte. En verano suele ocurrir que las altas temperaturas y los cambios de rutina alteran el sueño, provocando incluso insomnio. Si este es tu caso, puedes probar lo siguiente: dormir en ropa de cama de algodón para que traspire y no sudes tanto, cenar ligero y no beber alcohol, evitar las pantallas y el móvil antes de acostarte y, si puedes, dedicarte unos minutos de meditación.
  • Intenta hacer ejercicio moderado diariamente. Aprovecha estos meses de verano para ir a la piscina o la playa y hacer algo de senderismo cerca de ríos donde haya humedad. Ten cuidado con el deporte en los meses de calor máximo y evita las horas en las que el sol es más fuerte, entre el mediodía y las cuatro de la tarde.
  • Compra un guante de crin y pásatelo por la piel todas las mañanas. Te ayudará a tonificarte y activar la circulación, aportándote más energía. Una alternativa al guante es darte ligeras palmadas empezando por la parte baja del cuerpo y subiendo hasta la cabeza, así activaras también la circulación y equilibrarás el Corazón.
  • Haz una lista de deseos y otra de agradecimiento. Anota aquellas cosas que quieras conseguir y cosas que quieres dejar atrás en este nuevo ciclo de renovación. Tanto si es algo que dejas atrás como si quieres que siga en tu vida, acuérdate de agradecer su presencia. Después puedes hacer tu pequeño ritual de liberación. Este es el ritual que en muchos países conocemos como San Juan: entregamos al fuego lo que ya no nos sirve, siempre con agradecimiento, y comenzamos una etapa nueva.
  • Haz cosas distintas. Aprovecha el verano, la luz del día y las vacaciones para hacer aquellas cosas que en invierno te da pereza hacer. Puedes aprovechar y hacer una limpieza a fondo de tu casa o tu puesto de trabajo y así dejar espacio a cosas nuevas.
  • Hidrata tu piel con una mascarilla natural. La que yo utilizo es muy sencilla. Para hacerla solo necesitas 1 aguacate, 1 cucharada de avena remojada y 1/2 cucharada de miel. Hacemos una pasta con todo, bien batida. Primero nos lavamos bien la cara y después la aplicamos unos 12-15 minutos. Después aclaramos con agua tibia y ¡a lucir piel para el verano!
  • Si conoces el saludo al sol de yoga, el verano es el mejor momento para practicarlo, sobre todo nada más despertar y antes del desayuno.
  • Come de forma saludable y con los alimentos que te proporciona el verano. Ya hemos visto los alimentos de temporada. Lo ideal para acertar siempre es comprar en el mercado y en aquellos puestos que traigan frutas y verduras de proximidad y de la estación: así siempre comeremos lo que la naturaleza nos proporciona en estos momentos.
ejercicios de nutrición emocinal para el verano

Un ejercicio de nutrición emocional para el verano

El verano es un momento de purificación para desechar todo aquello que ya no nos sirve y pedir lo que queremos ver cumplido.

La llave para obtener los cambios que deseamos es el agradecimiento. Tendemos a pedir cosas nuevas sin agradecer las que ya tenemos y sin hacer el duelo de aquellas de las que nos despedimos. Si queremos dejar entrar con el verano una nueva brisa en nuestra vida tenemos que ser conscientes de las cosas que dejamos atrás y de si realmente estamos dispuestos a soltarlas. Si somos capaces de decir adiós con gratitud y con firmeza y bañarnos en el mar desnudos de pretensiones, rencores y juicios, llegará fácilmente a nuestra vida lo que necesitamos en estos momentos.

Un ejercicio de nutrición emocional que te alineará con la energía del verano es el torrente de apreciación. Consiste en pararte unos minutos a observar todo lo que te rodea y agradecerlo. Es especialmente aconsejable hacerlo por la mañana al despertar, ya que te predispone a tener un día más alegre y consciente.

Empieza por agradecer los objetos físicos que hacen posible tu vida y te dan las comodidades de las que disfrutas: tu cama, los libros en la mesita de noche, las plantas que crean el oxígeno que respiras, las ventanas que dejan pasar la luz del amanecer… Después puedes pasar a cosas más abstractas como las relaciones de las que disfrutas, el trabajo que te permite vivir y desarrollarte, tus otros proyectos, tu salud…

Por último, agradece aquello que se está yendo o se acaba de ir de tu vida, aquello que quieres o tienes que soltar. Tanto si es algo “bueno” a lo que todavía te aferras como si es algo “malo” que quieres que se marche, obsérvalo amorosamente y reconoce, si puedes, lo bueno que ha traído a tu vida. Puede que surja rabia o tristeza. Acoge las emociones, sean las que sean, y siéntelas plenamente para poder liberarlas.

Tenemos la tendencia de ver lo que aún nos falta y dar por sentadas todas las cosas que ya tenemos y hemos logrado. Hacer este ejercicio todos los días equilibra nuestra perspectiva y trae más regalos y abundancia a nuestra vida.

Para más ejercicios de gratitud, ve a mi artículo La gratitud: 6 ejercicios que pueden transformar tu vida.

guía del verano de la medicina tradicional china

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Espero que el artículo te haya servido y que pongas en práctica algunos de estos consejos para adaptarte mejor al cambio de estación.

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