Ingredientes
- 1 brócoli pequeño
- 1 trozo de apio
- 1 zanahoria
- 1 nabo
- ½ limón
- 1 trozo de jengibre
- 1 cucharada de cúrcuma en polvo o raíz de cúrcuma
- Sal
- Aceite de oliva
Elaboración
Esta sopa se hace en solo 20 minutos y, además, resulta muy fácil de digerir. Es perfecta para momentos en los que nos sentimos cansados y faltos de energía o cuando estamos convalecientes y necesitamos un plato reconfortante y nutritivo.
Lavamos todos los ingredientes. Troceamos el brócoli, el apio, la zanahoria, el nabo y lo metemos en un olla con aceite de oliva. Pelamos el jengibre y la cúrcuma, las cortamos y las añadimos a la olla con el resto de ingredientes. Cubrimos con agua, llevamos a ebullición y dejamos cocer durante 20 minutos.
Servimos la sopa con un chorrito de zumo de limón* y ¡a disfrutar!
*El limón no es imprescindible, pero sí muy recomendable por dos motivos: uno es que proporciona mucha vitamina C, la cual ayuda a hacer más biodisponible el hierro; otro es que los sabores ácidos ayudan a resaltar el resto de sabores de un plato y hacerlo más completo al paladar. ¡Por eso resultan tan deliciosas las salsas agridulces!
¿Sabías que…?
El brócoli tiene altos niveles de glucorafanina, un compuesto que se convierte en un potente antioxidante llamado sulforafano durante la digestión.
Numerosos estudios indican que el sulforafano puede ofrecer múltiples beneficios para la salud, incluyendo niveles reducidos de azúcar en la sangre, así como una disminución en los niveles de colesterol, estrés oxidativo y desarrollo de enfermedades crónicas. También contiene cantidades medibles de los antioxidantes luteína y zeaxantina, que pueden prevenir el estrés oxidativo y el daño celular en los ojos.
Cuenta además con varios compuestos bioactivos que se ha demostrado que ayudan a reducir la inflamación en los tejidos del cuerpo, como es el caso del kaempferol, un flavonoide presente en una cantidad significativa en el brócoli.
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